Caminaba por pasillos desolados
En medio de dos paredes negras e infinitas
Rodeado de almas ausentes
Escuchando solamente el silencio
Y los pasos de mi sombra…
En una mañana nublada
Una fuerte luz aleja la oscuridad
El calor del sol toca mis parpados
Mis labios de a poco se humedecen
Y un fuerte viento me impulsaba hacia ella
Mi corazón palpitaba cada vez más rápido
Del miedo cerré los ojos…
Impulsado me deje guiar
Y temerosamente los abrí
Y un gran espejo llamado destino
Se me puso en frente
Lleno de polvo sin poder ver nada
Y con una carta en el costado
Que decía…
“adiós días oscuros, adiós noches largas y solitarias
Estarás acompañado”
Con mi mano sacudí el polvo lentamente
Y vi a una hermosa mujer que tocaba mi mano
No lograba entender
Era otra persona, pero actuaba como mi reflejo
Yo la miraba a ella, como ella a mí
Me acerque para verla mejor
Y ella también se acerco
Tomados de la mano
Pasaron días observándola
Comprendía que era otra persona
Pero estábamos unidos de algún modo
Con el tiempo fuimos dos reflejos perfectos
Intente varias veces hablarle
Pero no me respondía
Una noche mientras dormía
Se vino la época helada
Y el frió empaño el vidrio
Al despertar, ya no estaba
Con lágrimas de perderla
Sacudía el vidrio desesperadamente
Para poder verla una ultima vez
Ya era imposible…
El frió empañaba en un instante el vidrio
Cansado y rendido
Le escribí en el vidrio empañado “te amo”
Y al siguiente día, recostado a lado del espejo
Con pocos segundos de vida…
Aparece escrito, “también te amo y aunque no nos veamos
Siempre estarás en mi corazón”
(Mi poema favorito)
En medio de dos paredes negras e infinitas
Rodeado de almas ausentes
Escuchando solamente el silencio
Y los pasos de mi sombra…
En una mañana nublada
Una fuerte luz aleja la oscuridad
El calor del sol toca mis parpados
Mis labios de a poco se humedecen
Y un fuerte viento me impulsaba hacia ella
Mi corazón palpitaba cada vez más rápido
Del miedo cerré los ojos…
Impulsado me deje guiar
Y temerosamente los abrí
Y un gran espejo llamado destino
Se me puso en frente
Lleno de polvo sin poder ver nada
Y con una carta en el costado
Que decía…
“adiós días oscuros, adiós noches largas y solitarias
Estarás acompañado”
Con mi mano sacudí el polvo lentamente
Y vi a una hermosa mujer que tocaba mi mano
No lograba entender
Era otra persona, pero actuaba como mi reflejo
Yo la miraba a ella, como ella a mí
Me acerque para verla mejor
Y ella también se acerco
Tomados de la mano
Pasaron días observándola
Comprendía que era otra persona
Pero estábamos unidos de algún modo
Con el tiempo fuimos dos reflejos perfectos
Intente varias veces hablarle
Pero no me respondía
Una noche mientras dormía
Se vino la época helada
Y el frió empaño el vidrio
Al despertar, ya no estaba
Con lágrimas de perderla
Sacudía el vidrio desesperadamente
Para poder verla una ultima vez
Ya era imposible…
El frió empañaba en un instante el vidrio
Cansado y rendido
Le escribí en el vidrio empañado “te amo”
Y al siguiente día, recostado a lado del espejo
Con pocos segundos de vida…
Aparece escrito, “también te amo y aunque no nos veamos
Siempre estarás en mi corazón”